El origen de las vacaciones. Capri
La isla de Capri es uno de los destinos más turísticos y famosos de Europa. La pequeña isla situada en el golfo de Nápoles es un remanso de lujo y paz a apenas una hora en barco de la ciudad que da nombre al golfo… Frente al desorden y la locura de Nápoles, tenemos la calma, el glamour, el orden y el exquisito saber estar de la pequeña isla mediterránea. Dicen que Capri fue el primer destino vacacional de la historia, siendo un destino habitual de los emperadores romanos, por ello se le reconoce popularmente a esta isla como el origen de las nunca suficientemente valoradas vacaciones…
Hoy en día, este es un destino habitual para ricos y famosos, que siguen la senda que en los años 50 marcaron la “jet set” del momento. En la isla existe una gran oferta de restaurantes, bares y hoteles de lujo. Junto a estos privilegiados visitantes, también encontramos, para horror de los anteriores, hordas de turistas que llegan a pasar unas horas desde la cercana costa Amalfitana y es que la globalización del turismo es lo que tiene…por ello, si queremos sentir y disfrutar de este destino, es recomendable no visitarla en los meses de verano y a ser posible, pasar la noche.
Como en casi todos los destinos, buscando un poco se puede conocer Capri con un presupuesto ajustado, ahora bien, nos estaremos perdiendo parte del encanto de la isla, cuya bien merecida fama emana principalmente de la combinación de la belleza, el lujo y la gente guapa.
Capri no es un destino que vaya a gustar a todos los públicos, pero pocos podrán negar la exquisita sofisticación y belleza de este pequeño rincón del mar Tirreno.
Recomendaciones
- Cada hora y media aproximadamente sale un barco desde el puerto de Nápoles que nos transporta a Capri en unos cincuenta minutos.
- Desde el puerto de Capri hay que moverse en transporte público, dado que no hay vehículos privados. El funicular es el modo más barato y rápido de llegar a la ciudad de Capri.
- Los viajes alrededor de la isla en barco son la excursión más típica de la isla. Merece la pena para visitar sus calas, los famosos farallones y la Grotta Azzurra (cueva azul), pero hay que saber que no siempre se puede entrar esta cueva, dado que dependerá de la marea existente.