<

Una de castillos, abadías y leyendas. Francia

p1190231.jpgp1190257.jpgp1190332.jpgp1190432.jpgp1190422.jpgp1190461.jpgp1190469.jpgp1190474.jpgp1190489.jpgp1190496.jpgp1190516.jpgp1190530.jpgp1190550.jpgp1190556.jpg

 

Uno de los viajes más glamurosos y enriquecedores que pueden hacerse en Europa es el que nos lleva a recorrer el Valle del Loira complementado con una visita al cercano monte Saint Michel. En unas decenas de kilómetros se acumulan pueblos y castillos que rezuman belleza, limpieza, orden, educación, majestuosidad y exquisitez. Toda esta retahíla de adjetivos se los tiene más que ganado un destino de reyes, donde hace unos siglos los regidores franceses dominaban con autoridad un país que abrazaría después la República.

Entre las visitas más recomendables del Valle están sin duda el espectacular castillo de Chenonceau, con sus características arcadas que separan al castillo del río Cher. Este castillo es un icono de la arquitectura, debido a su continua transformación a lo largo de los siglos, y de la propia Francia.

Espectacular también es el inmenso castillo de Chambord, uno de los edificios más reconocibles del mundo debido a su arquitectura renacentista francesa. El castillo cuenta con 440 habitaciones y más de 50 kilómetros cuadrados de jardines y bosques. Una de sus grandes atracciones es la original escalera de caracol de doble hélice, obra maestra del renacimiento francés.

Además de estos grandes castillos, otros como el de Cheverny o el de Clos de Luce harán las delicias de pequeños y mayores. El de Cheverny tiene la anécdota de salir en uno de los comic de Tintín, y en Clos de Luce vivió y murió el genio Leonardo da Vinci. En este castillo hay un inmenso museo dedicado a la obra de Leonardo, uno de los principales inventores de la historia de la Humanidad.

Si, como es mi caso, no teníamos suficiente con los atractivos del Loira, recomiendo visitar uno de los monumentos más espectaculares del mundo y segundo lugar más visitado de Francia, el Monte Saint-Michel. Esta abadía, situada en una pequeña isla rocosa de Normandía, es desde hace más de 1000 años un lugar de peregrinación para cristianos de todo el mundo que venían a rendir culto a este monumento histórico construido en honor al arcángel San Miguel. A día de hoy, miles y miles de turistas siguen impresionándose con la majestuosidad y perfecta fotogenia de la fascinante abadía. Si os es posible, recomiendo que veáis atardecer a faldas de Saint-Michel. Es una experiencia inolvidable. Yo lo sé, estaba allí.

 

Recomendaciones


-    Para realizar la visita del valle del Loira, recomiendo volar a Nantes y alquilar un coche. En tres días se pueden visitar los castillos y ciudades más espectaculares.
-    En Amboise, es muy recomendable el restaurante “La pause du temps”.
-    Las ciudades de Chinon y Amboise, y los castillos de Chambord y Chenonceau son imprescindibles.
-    A unos doscientos kilómetros al norte de Nantes se encuentra el monte Saint-Michel. Una visita inolvidable.