Una noche en la ópera. Viena
Termino de arreglarme en el hotel y salgo expectante al teatro. Según me acerco al inmenso y espectacular edificio, la belleza va inundando el camino, hombres y mujeres impolutos y elegantes acuden un día más a su ópera. Para mí en cambio siempre es la primera vez al acudir a teatros de distintas ciudades del mundo. Entro al teatro emocionado con tiempo, para poder disfrutar de cada detalle, cada cuadro y escultura. Una copa de champagne es la compañía perfecta. Una vez que encuentro mi butaca, sólo queda esperar a que la orquesta inicie la obertura, se abra el telón y comience el espectáculo…
Para mí la ópera es lo más cercano al arte total que conozco. Una excelsa mezcla de teatro, música orquestal y algunas de las voces más impresionantes del planeta. Si a todo esto le sumamos visitar algunos de los teatros más bellos del mundo, en una atmósfera de glamour y elegancia, podréis entender la felicidad que siento en una noche de ópera.
Han sido muchas las noches en las que he vivido experiencias únicas. He reído con el Barbero de Sevilla en el Teatro Municipal de Santiago de Chile, me he apasionado junto con Cavaradossi en el Metropolitan de Nueva York, llorado con Madame Buterfly en la Ópera de París, desesperado con Parsifal en Budapest, sorprendido con Don Giovanni en Brastislava o desgarrado con Medea en la Ópera Estatal de Viena. He recorrido la vida por teatros del mundo. He sentido en mayúsculas. Una vida dentro de una vida de la mano de algunos de los más brillantes tenores, sopranos, bajos, barítonos y orquestas del planeta.
Si os gusta viajar y os gusta sentir, no podéis dejar de disfrutar la experiencia de vivir la ópera de primera mano en algunas de las mecas mundiales de la música. Los teatros y óperas del mundo están esperando.. ¿te animas?.