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La octava maravilla natural del planeta. Torres del Paine, Chile.

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El Parque Nacional Torres del Paine, en el sur de Chile, es para muchos una de las mayores maravillas naturales del mundo. Situado a unos quinientos kilómetros de Punta Arenas, este parque aislado y maravilloso se caracteriza, además de por tener algunos de los picos más reconocidos y famosos del planeta, por tener una climatología extrema que hace de la visita a las Torres una lotería de fututo incierto…

Desde hace más de diez años tenía pensado visitar estas mágicas montañas chilenas..finalmente logré planificar el viaje para realizarlo en el mes de Abril, sintiendo ese cosquilleo inexplicable que me recorre antes de cumplir mis sueños viajeros.

Según se acercaba la fecha del viaje, a la creciente ilusión se le empezó a unir cierta desazón al comenzar a leer y a escuchar a muchos viajeros que habiendo viajado a las Torres no habían tenido la fortuna de poder verlas, debido a la difícil y cambiante climatología de esta zona del planeta. Con el viaje planificado para comienzos del otoño, y un parte climatológico previsto de lluvia para todos los días, comencé a interiorizar la posibilidad cada vez más probable de realizar un larguísimo viaje que quizás no iba a tener la recompensa esperada..

Los tres primeros días en el parque, tal y como se preveía, se caracterizaron por el frío y la lluvia..aún así, nos sentimos privilegiados por los breves momentos en que despejaba y podíamos disfrutar de cierta visión de las torres.

Pero el clima y la suerte decidieron regalarnos, el cuarto día que estábamos en el parque, de uno de los amaneceres más bellos de mi vida. Un amanecer radiante, con nubes altas que dejaron completamente despejado el impresionante macizo y que redistribuían la luz entre las montañas dibujando una acuarela única y cambiante, donde cada minuto las montañas se transformaban en una sinuosa melodía de sombras, destellos y colores, regalándonos la magia de la belleza y el culmen del placer a un adormilado viajero que ni en sus mejores sueños había imaginado la belleza que protegían las grisáceas y poderosas nubes del sur del Chile.

 

Recomendaciones

- Si bien es posible llegar en transporte público, contar con vehículo propio facilita muchísimo el poder disfrutar al máximo del parque nacional en toda su extensión.

-      -  De camino al parque, en la ciudad de Puerto Natales, es muy recomendable comer en el restaurante del impresionante hotel Singular Patagonia (www.thesingular.com), un hotel que ha aprovechado una antigua fábrica frigorífico para hacer un establecimiento con sabor y realmente especial.

-       -  El alojamiento en el parque y alrededores es bastante caro. Una buena opción son las cabañas del paine (http://www.cabanasdelpaine.cl/).