<

Durmiendo al abrigo de las auroras boreales. Groelandia

aurora_2.jpgaurora_otra.jpgauroras_otras_2.jpgauroras_personas.jpgimg_2031.jpgimg_2033.jpgimg_2035.jpgimg_2060.jpgpersona_sentada.jpgpersonas_auroras_1.jpg

 

La noche cae en el campamento que tenemos situado frente al Glaciar Qaleraliq en el fiordo de Tunulliarfik, en el sur de Groelandia. Es la segunda noche en Groelandia y pese a que nos hablan de que existe una gran actividad solar y que en las últimas noches se han divisado, todavía no hemos contemplado ninguna aurora boreal. En mi caso ni aquí ni en ningún otro sitio. 

El campamento en el que nos encontramos es realmente espectacular. Estamos completamente aislados del mundo, apenas ocho tiendas en medio de la inmensidad de Groelandia. No hay ningún otro ser humano a muchos kilómetros a la redonda, tampoco existe ningún tipo de contaminación lumínica. Es el sitio perfecto para poder disfrutar de este espectáculo..si la naturaleza así lo desea.

Las auroras boreales sólo se pueden divisar en determinados momentos del año en determinados paralelos cercanos a los polos. Las auroras boreales, técnicamente, son la luz producida por las partículas de polvo solar en contacto con el campo magnético terrestre y la rotación de la ionosfera. Pero para mí ver auroras es un sueño largamente deseado y esperado, y la sola posibilidad de que se pudieran ver esa noche me tenían despierto y ajeno al cada vez más intenso frío existente.

La noche cae,  el crujir de los próximos glaciares aporta una banda sonora única y espectacular a la espera. La noche está completamente abierta, no hay nubes, empiezan a verse decenas, cientos de estrellas…  y de repente, sin más preámbulo, aparece. Al principio parecen unas nubes de extraña forma y movimiento, pero en cierto momento, la luz verde aparece en el horizonte, ¡que belleza!, y avanza, y empieza a rodearnos hasta que todo el cielo es una repentina locura de movimiento y actividad, principalmente se aprecia como hilos o nubes blancos, pero también en determinados momentos y lugares coge ese color verde tan característico de la aurora.

Al observar la aurora se entiende porque antiguamente los diversos pueblos y tribus del planeta que la divisaban le daban un valor místico y celestial. Desde los Inuit  (esquimales) que la consideraban como el camino celestial entre la vida y la muerte, siendo las luces las almas que iban recorriendo este camino entre los dos mundos, a los indios de América del norte, que pensaban que las luces eran las almas de los enemigos a los que habían dado muerte y que volvían del más allá para vengarse…viendo el abrumador espectáculo todo cobra sentido..


La aurora boreal sobrecoge y casi hipnotiza. Es algo digno de ver, si pueden,  no se la pierdan.


RECOMENDACIONES


- Las mejores zonas del mundo para ver las auroras son, en el Norte, Groenlandia, el Norte de Canadá y Alaska. En el Sur, la Antártida.

- Se deben dar varias circunstancias para poder ver las auroras. Entre otras, debe existir alta actividad solar, se debe tener un cielo absolutamente despejado y debemos estar en las zonas del planeta desde donde es posible su visualización. En todo caso, debemos asumir que aunque coincidan todas estas circunstancias no siempre son visibles.

- Más información sobre las auroras boreales en http://www.madrimasd.org/blogs/astrofisica/2006/09/01/39329