Viajando por tierras salvajes. Alaska
El Parque nacional de Denali, al norte de Anchorage, en el remoto estado de Alaska, es uno de los parques nacionales más espectaculares de América. La extrema climatología de Alaska hace que sólo en los meses de verano pueda visitarse este parque nacional, que con su interminable tundra, su cambiante colorido en el adelantado otoño de Alaska, sus magníficas montañas y su colosal monte Mckinley, el pico más alto de Norteamérica con sus más de seis mil metros de altura, nos traslada a un mundo inverosímil, y de extrema y salvaje belleza.
La belleza de este parque sólo la puedo comparar con algunas estampas y paisajes del altiplano Boliviano o de la remota Nueva Zelanda. Todo en este paisaje es extremo e inmenso…sus valles, sus montañas, su tundra, su vida salvaje…
Los osos negros y grizzlies, los coyotes, los lobos, los arces o renos son sólo algunos ejemplos de la fauna que da un toque de vida a este paisaje deslumbrante.
La visita al parque ha de hacerse en tours organizados, debido a la existencia de una única y mínima carretera de unos 150 kilómetros que recorre el parque bordeando multitud de montañas y precipicios. Si bien esta visita guiada le hace perder un poco de gracia a la visita, es evidente que es la única forma coherente de hacer la visita. Además, lo maravilloso del paisaje y de la vida animal hacen de esta parque una visita indispensable y un magnífico ejemplo de lo que es una de las regiones más extremas del planeta, el estado de Alaska.
Recomendaciones
Se recomienda la visita de día completo al parque. En las doce horas de la visita recorreremos hasta el final la única carretera existente y los paisajes que podemos encontrar hasta el final de la misma hacen casi obligatoria esta visita de día completo. Además, es aconsejable guardar otro día en el parque para realizar senderismo en las proximidades del centro de atención al visitante, donde existen distintos caminos señalizados y que permiten realizar rutas para todos los niveles.
El hotel Denali Lodge, en las afueras del parque, cuenta con unas muy buenas instalaciones, si bien no son económicos.
La llegada al parque puede realizarse en autobús desde Anchorage y desde el mítico, y recomendable tren que recorre el estado de Alaska.