Pompeya y los Napolitanos
Nápoles y Pompeya son el culmen del contraste. Apenas separados por el Vesubio encontramos dos mundos tan distantes conceptualmente como lo están en el tiempo. El orden, la belleza, lo místico y espectacular en las ruinas sin vida de Pompeya. Lo caótico, lo vivo, lo más humano y terrenal en la gran ciudad del sur de Italia, Nápoles. Dos mundos, dos realidades, una combinación fascinante, que sin duda merece la pena visitar.
Nápoles está a la altura de su fama. Sus calles parecen el escenario de una representación de teatro donde los principales actores, los napolitanos, clavan su papel. Los voceríos, las ropas tendidas en cada calle, las extravagantes bodas, las vespas que en Nápoles tienen tres plazas… Una ciudad apasionada que hay que vivirla en sus calles y con sus gentes.
Pompeya, por su parte, impresiona. Por su inmensidad, por lo extraordinario de su legado artístico y por su propia historia que nos recuerda lo delgada que es la línea de la vida y la muerte.
Nápoles y Pompeya, dos realidades a pie del Vesubio, dos mundos a media hora en tren. Se lo recomiendo. Yo estuve allí.
Recomendaciones
En Nápoles se encuentra la pizzería más popular y para muchos la mejor de Italia, el TRIANON (Via Pietro Colletta, 42, 80139 Napoli). Realmente merece la pena, las pizzas son inolvidables.
Otro lugar recomendable, a orillas del mediterráneo, es el restaurante Poseidone (www.ristoranteposeidone.it). Buena comida Napolitana, buen servicio y grandes vistas.
La entrada a Pompeya sirve para dos días consecutivos. Pompeya es inmensa. Si se tiene tiempo merece la pena visitarla en dos días.