La puerta de no retorno. Isla de Goree. Senegal
Apenas a veinte minutos en barco de Dakar, se encuentra una preciosa y diminuta isla que cuenta con una de las más terribles historias de toda la humanidad, un periodo en que muchos se enriquecieron con la obscena e imperdonable trata de esclavos.
Desde 1650 a finales de 1800 más de doce millones de africanos fueron enviados como esclavos a América. De ellos, más de la mitad fueron enviados a Brasil, y el resto a Norteamérica. Muchos de los esclavos salieron desde este pequeño puerto de Senegal, que fue uno de los epicentros de la trata de seres humanos.
Actualmente Goree es una isla repleta de bellos edificios coloniales y un remanso de paz al lado de la caótica Dakar. Goree ha sido restaurada para que sirva de altavoz de todo lo ocurrido en este islote que se ha convertido en el símbolo de la barbarie humana. Grandes personalidades de todo el planeta han venido a este punto a pedir perdón a un continente que ha sufrido como ninguno a lo largo de la historia.
Una visita a Goree debería ser obligatoria para que todos nos demos cuenta de lo cruel e injusto que se ha sido con este continente a lo largo de la historia. Está en nuestra mano conseguir que se cumpla la frase que redunda en estatuas y monumentos de la isla: Never again.
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