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Los espíritus de la noche. Papúa Nueva Guinea

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En la remota provincia de East New Britain empieza a caer la noche cuando, expectantes y ligeramente inquietos por la incertidumbre, nos dirigimos desde Rabaul a una pequeña villa situada a unas dos horas en las montañas para presenciar la mítica Baining Fire Dance.

Al llegar al pequeño poblado ya podemos sentir la excitación y el ambiente de expectación por lo que está por venir. En el centro de la explanada principal entre las chozas, unos locales avivan una gran hoguera que crepita incesantemente. La noche ha caído lentamente cuando miembros del clan aparecen con unos grandes trozos de bambú con los que empiezan a emitir una música repetitiva, un sonido que lentamente acelera hasta convertirse en un estruendo tribal… los espíritus del bosque y de la naturaleza han sido invocados… y como siempre, acude a su obligada cita en la cerrada noche de Papúa Nueva Guinea.

A nuestra izquierda, desde la oscuridad, emergen extrañas figuras similares en su cabeza a grandes patos surrealistas que no paran de moverse al ritmo de la percusión. Los espíritus se presentan con un ritmo endiablado y pronto empiezan a golpear enrabietaos la hoguera. Decenas de veces patean la leña, caminan por las brasas e incluso se suben a ella… los espíritus se fusionan con el fuego bajo el cielo que todo lo ve. Tras una hora de ritual, sin aviso, los espíritus se retiran de nuevo al bosque. No volverán hasta ser nuevamente invocados por las tribus que los veneran y protegen, para deleite de los extasiados afortunados presentes en una noche inolvidable.

 

Recomendaciones

  •      El ritual de los Baining Fire dance se realiza solo en unas pocas villas en la zona de Rabaul.
  • Dado que el ritual se hace solo en contadas ocasiones, se debe contactar con el jefe de los poblados para ver si es posible concertar el que se realice el baile.
  • Se recomienda tener precaución en todo el país debido a los frecuentes problemas tribales existentes.